por Alejandro Burbano
Que un chico de 25 años que ya ha lanzado cinco películas: I killed my mother (2009); Heartbeats (2010); Laurence Anyways (2012), Tom at the farm (2013); Mommy (2014), y que haya dicho que Orson Welles es un perezoso en comparación a él; es ya un motivo de atención para sentarse a indagar un poco acerca de este joven Canadiense; pero la curiosidad llega al momento límite cuando después de ver toda su obra, uno se da cuenta que desde su primera película, todo está trabajado de una manera excelente y sumamente original. El muchacho de 25 años nacido en Quebec, Canada, no está experimentando ni jugando para un público ausente, lo que hace son verdaderas obras maestras en las que muestra a través de un lenguaje visual poético, cargado de cientos de colores y sonidos, un nuevo tipo de cine. Acusado de narcisista por ser el protagonista de sus propias películas y tener escenas en las que frecuentemente solo aparece nada más que su cara; Dolan es un joven que parecería tener todo, y ese todo es el cine.
Considerado ya como un director consagrado y respetado pese a su corta edad por su última película: Mommy (2014), la cual recibió el premio del jurado en el Festival de Cannes y representará a Canadá en los próximos oscares, ha sido aclamada como una de las obras más trabajadas e impecables del joven realizador. El acercamiento de Dolan con el cine inicia en sus primeros años trabajando como actor de anuncios de una farmacia local de su natal Quebec. A los diecinueve años lanza su película debut I killed my mother (2009) con la cual es ovacionado durante más de ocho minutos en Cannes. Su primer film, el cual es protagonizado por él mismo, muestra a un adolescente homosexual y problemático con una relación tormentosa y poco comunicativa con su madre. Más que una obra de ficción, es una película autobiográfica que combina, música, pintura y poesía.
Sin contentarse con el éxito de su primer film, lanza en el 2010: Heartbeats la cual expone la relación de tres jóvenes creando un ménage à trois imposible. Las películas de Dolan tienen un factor común, muestran a una juventud sin tapaderas en los ojos, jóvenes con problemas de identidad, sexualidad y sociabilidad. Porque la juventud es un problema, y Dolan lo expresa mostrando belleza hasta en el detalle más insignificante de la vida juvenil. La diversidad sexual es otro de los temas que se exponen en la obra del director canadiense, en su film, Laurence Anyways, donde un hombre de edad media, profesor de literatura y escritor que nunca se sintió satisfecho con su cuerpo ya que siempre quiso ser mujer, expone como poco a poco los diferentes conceptos de normalidad y convencionalismo se van desmoronando poco a poco. Aunque quién vea la obra de Dolan tal vez no se sienta muy identificado con estos temas, tal vez tendría que verlos con una mirada más subjetiva, no solo tratándose de personajes con una diversidad sexual diferente, sino como personajes distintos que enfrentan un día a día que cambia constantemente.
La cantidad de imágenes, poemas y canciones parecen puestas y ensambladas perfectamente para que el espectador no haga más que recibir todo lo que pasa frente a la pantalla y extasiarse con el resultado. Y el multifacético director no queda ahí: escribe, actúa e incluso hace la voz de Jacob en la deplorable saga Crepusculo. En fin, solo 25 años y a Xavier Dolan le queda mucho cine por delante y los espectadores no tenemos más que ver al cielo en la noche para librarnos de esa sobredosis que acabamos de recibir, para después volver por más.
Los Inmortales Existentes 